Aprendí a poner fecha y hora a lo que escribía,
lo aprendí de vos,
de vos que fuiste mi lésbico beso... si, de vos, que me dejaste por quien fuera -irónicamente- mi primer novio.
Vos, tu risa y tus colochos negros abandonaron la causa, nuestra causa y se covirtieron en lo repudiado.
Vos ahora ya no querés ser psicologa ni vivir conmigo en Xela...
Yo ahora no pongo ni fecha a lo que escribo... Ni tampoco lo escribo para vos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario