Tablas... (a mi abuela)

Un día le dije que le compraría tacones rojos
Cuando fuera grande y tuviera mucho dinero
Pero en vez de eso…
La hice subir- cargando su neuropatía- 31 escalones
Para descubrir a Otto entre mis piernas.

Un día le dije que la quería más que a nada
Mientras usted me llenaba de talco y me decía que parecía sheca
Pero cuando crecí…
Le grite una y mil veces que su opinión no importaba
Y la llamaba vieja bruja.

Si bien usted no fue un cielo, yo tampoco lo merecía
Ahora me gustaría avivar el fuego del rencor
Recordar cada vez que me hizo sentir como mierda
¿o fue que así me llamó?
Porque no podía ser femenina y hacendosa
Quizá ponerme una armadura de hierro
-Construida con todas las mentiras que inventó
Para que mi mamá me gritara-
Y no sentir en carne propia su dolor…
O bien, ponerme a llorar desconsoladamente junto a la ventana

Pero no, no le permitiré romper mi equilibrio
Optaré por aceptar lo inevitable…
Usted sabe, está segura, yo la quise,
A mi extraña manera,
Entre las ramas del odio que usted, hábil jardinera,
Sembró en mi alma, pero la quise… nadie puede negarlo

Yo la quise doña Claudia, yo la quiero
Usted puede irse en paz que yo en paz me quedo.